Espere tanto tiempo a que te dieras cuenta
que yo valía la pena,
Que termine por darme cuenta
que no valía la pena esperar
Si me hubieras dejado ser para ti,
hoy serias para mí
Me canse de que siempre tuvieras miedo
Ese el que enmascarabas bajo
una enigmática personalidad
La que admito que me gusta
Pero es triste que detrás no haya nada más
De que me sirve tu adónica celebridad
Si es todo lo que tienes
Incapaz de compartir y sentir
Algo más allá que una atracción de pasajero
Y a tu falta de coraje me voy
Que disfrute su individualismo
Mi querido efímero y pusilánime maquinista
con amor :
La turista del vagón sin estación.