Odio tu elocuencia
Hablas como si no fuéramos parte del mundo
Tu elegancia sobre la decadencia no la hace menos ingrata
Puedes endulzar la noche pero no amanecerla
El tiempo seguirá corriendo aunque cierres los ojos
Las ruinas son
recados y no recuerdos,
las heridas nunca
pasan
ellas se quedan y se funden, se encariñan con la piel
Se vuelven marca, huella y señal
aunque la historia ya
no tenga memoria.
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